miércoles, 5 de diciembre de 2012

Cabezas


Creo haber escuchado el mar, más recibo sólo el vestigio de su grandeza
El viento gélido mi rostro ha golpeado, el hielo ahorca a las ánimas en pena
Desde este lugar el sol se avista lejano, ¿Qué lugar es este? No se con certeza...

En la niebla se distinguen las cabezas, una con grande hambruna devora
El cráneo de una serpiente, su lengua no ha de vituperar jamás...
Varias polillas brotan de la sangre de sus encías, ¡Oh! ansiedad roedora.


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