El silencio mi cabeza abrazaba, partícula que se encogía
Entre los labios lentos de los sabios, ángeles y ancianos
Rápido el vacío se disipaba, elevando el fin de la sinfonía
Frente a mis ojos estuvo la semilla de las raíces luminosas
La melodía a su cúspide había llegado, las notas eran altas
No hay comentarios:
Publicar un comentario