Miré ahí a las criaturas que resguardan el lago hirviente
Cual caldero puesto en fuego, así
con tal violencia bulle
Como un coro los quemados se
lamentan largamente
Mientras, los centauros tiran flechas
a quién sin más huye
Quirón al frente, calma a éstos
de fiereza indomable cuando
Uno ya ansioso lanza la saeta que liberada por el aire fluye…
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